Poliamor
Hablemos de amor. Hablemos del amor del siglo XXI. Hablemos de Poliamor, esa nueva forma de amor (¿o no?) que está tan de moda (¿o no?) hoy en día.
El Poliamor, o la pareja abierta como también se denomina, puede expresarse de formas muy heterogéneas: puede ser estar con varias personas a la vez, puede entenderse como tener una pareja principal y abrir la relación solo para tener sexo con otras personas, “permitiendo” lo que conocemos de toda la vida como infidelidad, o puede expresarse al incluir a terceras personas dentro de una relación ya consolidada…
Como hemos adelantado en el primer párrafo, parece ser que esto del Poliamor es algo “moderno”, relativamente “nuevo” pero, en realidad, siempre ha estado a lo largo de nuestra historia como seres humanos. La diferencia es que ahora se está normalizando, cuando antes debía ocultarse, ya que era categorizado como infidelidad estar con otras personas que no fueran tu pareja principal. Lo que ha cambiado es que, hoy en día, se habla de ello abiertamente y se consensuan límites distintos con tu pareja. Límites en los que ambos deben estar cómodos para poder vivir su amor y su sexualidad de forma consensuada.
Por tanto, tal y como pregunté a Alicia Millán, psicoterapeuta experta en terapia de pareja del Centro Elemental, en el programa que grabamos juntos sobre el Poliamor para la temporada 3 de No Te Sientes en el Diván, ¿ha cambiado el concepto de “amor”? Alicia en su respuesta es bastante “polite” y nos cuenta que eso es algo muy personal, ya que va a depender de lo que significa la palabra amor para ti, debido a que este puede ser un concepto muy único o puede ser muy compartido. En definitiva, si vemos el amor desde una perspectiva constructivista somos nosotros los que cargamos de significado la palabra y, para cada uno de nosotros, tiene connotaciones diferentes. La idea es que, gracias a la unión entre dos personas, se puede crear un concepto o un significado diferente de lo que significa el amor para un “nosotros”.
Ahora bien, lejos de ser normativo, pero aplicando un poco de realidad sobre el Poliamor, sí que es necesario para tener una relación abierta consensuar bien los límites de nuestra relación de pareja antes de abrirla, ya que los malentendidos, celos y demás cosas propias de ser un ser humano pueden, o mejor dicho, van a aparecer.
El primer y principal límite a tener en cuenta es hacerse una pregunta a uno mismo: ¿quiero tener una pareja abierta? Si uno de los miembros no está de acuerdo, no se debería abrir ya que, más pronto que tarde, eso va a derivar en problemas. Quizás, si deseas con toda tu alma abrir la relación y tu pareja no, quizás y solo quizás, tengáis proyectos de vida diferentes y sea mejor tomar otros caminos. Por otro lado, se debe también tomar la decisión de si aunque yo no quiera, me compensa abrir la pareja, ya que prefiero tener una pareja abierta con una persona a perderla. Aun así, obligar a alguien a hacer algo que no quiere está feo.
Ahora bien, una vez se ha decidido que sí: ¿cuáles van a ser nuestras reglas del juego? ¿cómo, dónde, cuándo y por qué está permitido todo lo que decidamos? Sentarse, dialogar y tomar decisiones suelen ser la mejor receta para el Poliamor y, no nos engañemos, para el Amor en general.